Las olas lamen con suavidad las rocas de la playa, haciendo espuma y dando una bonita sensación de frescura al ambiente. La brisa marina se siente con más intensidad aquí y hay que tener cuidado de no tropezar y caer, ya que el golpe sería feo y doloroso. Las Sirenas gustan de sentarse aquí y ver todo, es un lugar que inspira mucha paz.