La habitación no es demasiado espaciosa, pero está ricamente decorada con alfombras y tapices, lámparas de oro con pantallas de vidrios en tonos rojizos y numerosos cuadros con fotografías en blanco y negro de hombres que tienen aspecto de importantes. Entre esos hombres se encuentra el director, al que verás sentado tras su pesado escritorio de madera de cedro con dibujos cuidadosamente tallados. Enfrente de la mesa hay dos sillones de terciopelo rojo, el mismo material del que está hecha la silla del director, que recuerda al aspecto de un trono.